La Revolución de la IA se Convierte en Ruleta Rusa Económica

El año 2025 ha marcado un punto de inflexión histórico para OpenAI, transformándose de una empresa de tecnología innovadora en un agujero negro financiero que atrae capital, expectativas y el destino de corporaciones que mueven billones de dólares. La compañía de Sam Altman ha diseñado un escenario donde solo existen dos resultados posibles: AGI (Inteligencia Artificial General) para ellos o colapso económico para todos.

Cifras Astronómicas que Desafían la Lógica

La valoración de OpenAI ha alcanzado los 500,000 millones de dólares como empresa no cotizada, moviendo más de un billón en acuerdos en las últimas semanas. Estas cifras solo tienen sentido si la compañía logra desarrollar la AGI, una inteligencia artificial que pueda igualar o superar las capacidades cognitivas humanas en todas las áreas.

La progresión financiera ha sido vertiginosa: hace un año, una ronda de 6,600 millones parecía astronómica. Nueve meses después, 40,000 millones. Ahora se habla de 100,000 millones con NVIDIA. Cuando llegamos a estas magnitudes, dejamos de hablar de simples inyecciones de capital para hablar de apuestas binarias sobre el futuro de la economía mundial.

El Efecto Dominó Tecnológico

Microsoft fue la primera en engancharse a esta apuesta, seguida por Oracle, AMD y especialmente NVIDIA, la empresa más valiosa del planeta en bolsa. Si OpenAI carraspea, todos los valores de NVIDIA tintinean. Y si NVIDIA cae, arrastra al S&P 500, afectando fondos de pensiones, gasto empresarial y el PIB estadounidense.

El modelo de financiación se ha vuelto circular: NVIDIA envía dinero a cambio de acciones, OpenAI lo usa para alquilar chips de NVIDIA, y esos contratos permiten a NVIDIA endeudarse más para seguir financiando a OpenAI. Un bucle que solo funciona mientras la música siga sonando.

La Carrera Contra el Tiempo

Según el análisis de Altman, OpenAI debe vencer a Google antes de que los TPUs de esta última lleguen al mercado y cambien las reglas del juego. Por eso la prisa en los acuerdos con Broadcom, las conversaciones con Intel y las promesas a AMD. No se trata solo de construir la mejor IA, sino de sobrevivir hasta conseguirla.

¿Burbuja o Revolución?

La inteligencia artificial ya funciona y transforma sectores. Nadie duda de ello. El problema es que OpenAI necesita la AGI para justificar estas valoraciones demenciales. Han montado una estructura donde cualquier desaceleración activará el pánico.

OpenAI ha forzado un escenario binario: o conseguimos la AGI o nos enfrentamos a una recesión brutal. La IA funciona, transforma y mejora procesos, pero eso ya no basta. Necesitamos billones en valor creado, y si no llegan a tiempo, el colapso será rápido y devastador.

Fuente original: Xataka